!Oh amor! ¿con qué he de compararte?
Ya lo sé, eres como un buen vino de la mejor cosecha, atractivo, seductor, inquietante y deseable...
Eres apeticible, sin embargo un poco amargo mientras se te degusta; luego, cuando has entrado en el organismo envuelves de locura y éxtasis total ha quien ha probado de tus virtudes. Sin embargo, al recobrar la cordura, dejas con una resaca y sensación de malestar que hace que aquél que gustó de tí se plantee la posibilidad no volver a saborearte...
Amigos mios así es el amor como una copa de vino: codiciable, amarga, te envuelve en un éxtasis de delirio y pasión, pero al despertar cuando recobras la cordura sientes el sabor de la resaca.
Así que me consejo es ama con moderación...
Salud!
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