martes, 8 de noviembre de 2011

Con mi corazón en Yambo

Por ser este un tema muy delicado quiero dejar claro lo siguiente:
·         Mi opinión sobre este caso no tiene nada que ver con lo que escribiré, pues busco ser objetivo e imparcial. Por lo tanto es sin el afán de crear polémica.
·         Se respeta el dolor de la familia Restrepo
·         La intensión es ver las dos caras de la moneda y crear, si se quiere, un debate sano, serio, respetuoso y responsable del tema

Sinceramente fue por complacer a mi madre, que casi pocas veces (por no decir nunca) me dice que quiere ir a ver una película. Por eso  fui con ella a ver el documental  “Con mi corazón en Yambo”.
El lugar escogido fue una afamada cadena de cines que queda en uno de los centros comerciales al sur de la ciudad, la cual es mi favorita y de la que además tengo tarjeta de afiliación. Sí, están en lo correcto, es esa cadena de cines,  la del gato….

Pasé  directo a la sala, pues no me gusta perderme los avances de las películas que están por estrenar. Canguil, gaseosa y listo, me presté a disfrutar de la función.
Quedé sorprendido al ver que este documental tenía el aval del Ministerio de Cultura, y del consejo nacional de cine – excelente -pensé,  que  bien que se apoye a los cineastas ecuatorianos, aunque al ver la cinta, supe inmediatamente el por qué el gobierno nacional lo había auspiciado.

Del documental debo decir que las tomas son impecables, excelente fotografía, la historia bien llevada, sus casi 3 horas pasan inadvertidas. Si el objetivo es  tocar las fibras más sensibles de los espectadores, logran su cometido. Mis más sinceras felicitaciones a María Fernanda Restrepo y a todo el equipo que hizo posible este documental.

No obstante puntualizaré, lo que creo, pasa desapercibido por la mayoría de los que han visto la cinta, seré lo que se llama en estos casos “abogado del diablo”.
1.       Faltó imparcialidad en el tema, se enfoca sólo una versión con la cual se quiere sostener una verdad, qué, si bien es cierto fue elevada ante los tribunales internacionales de derechos humanos, obteniendo el fallo a su favor, tiene otra versión: la de la parte acusada. No me mal interpreten, no estoy en contra de la familia Restrepo, lo que quiero defender es el derecho que tenemos como espectadores a razonar y sacar nuestras propias conclusiones sobre lo que se nos expone; pero,  sin ser  llevados mediante manipulaciones o sólo bajo un solo enfoque o versión de los hechos. Cierto es que, al ser la propia hermana la que dirija y escriba el guión, la parcialidad era de esperarse. Eso lo comprendo como persona, pero no lo comparto como profesional.
2.       Hubo manoseo político, el gobierno encontró una vez más una oportunidad para anotarse un punto a su favor en la simpatía del pueblo, quedando como “el bueno”. Pero  ¿será  que realmente le  importa sacar la verdad sobre el caso Restrepo? ¿Será que le importa el dolor de esta familia?
O por el contrario, ¿es una bien pensada estrategia política, atacar una vez más a la derecha e izquierda ecuatoriana, justo cuando se avecinan tiempos de elecciones? Por lo tanto ¿Será que la familia Restrepo en su afán de búsqueda de la verdad fue utilizada con o sin su consentimiento?
3.       Se trató de algún modo  de desvalorizar la decisión política del entonces gobierno de León Febres Cordero y de los esfuerzos de una rama especializada de la policía nacional para erradicar el terrorismo que quería implantarse en el nuestro país y que, gracias a ello Ecuador es un país libre de ese mal. ¿Será que todos los que participaron en la producción de este documental son personas menores de 30 años? Lo pregunto puesto que sólo así se puede justificar y comprender el hecho de que no se acuerden de los brotes de violencia y el terror que estaban sembrando grupos subversivos como el M-19 y  Alfaro Vive carajo. Por favor no tomen a mal mis palabras, no estoy en contra del documental, quiero defender el hecho de que en este preciso momento que escribo lo puedo hacer en un país libre de terrorismo y dar gracias a Dios que no estamos en la misma situación que Colombia. Si no están de acuerdo conmigo pregunten a los miles de desplazados colombianos que huyen de su país no sólo por la economía sino también de la violencia del terrorismo. Pregunto (recuerden que estoy haciendo el papel de abogado de diablo) ¿Si los hermanos Restrepo hubiesen sido secuestrados y asesinados por uno de estos grupos, entonces la familia ahora nos presentaría una historia en la cual culparían al gobierno de Febres Cordero por no tomar medidas para combatir el terrorismo y en la cual se propondría la creación de un grupo similar al SIC para acabar con la violencia de aquel entonces? Como se puede observar, todo depende desde que óptica veamos las cosas, por ello es que sostengo que hay que ser muy prudente al momento de exhibir o exponer algo tan delicado como es este tema, sobre todo porque hay gente susceptible a olvidar cosas y menores que no conocen sobre la historia y pueden confundir las opiniones. Para terminar este punto, deseo compartir que todo logro tiene su cuota de sacrificio, siempre ha sido así desde el inicio de la humanidad hasta hoy. En toda guerra hay victimas tanto inocentes como culpables, no es justo, no es ético pero es así.
4.       Si hablar mal de una persona que no puede defenderse es desagradable, mucho más lo es, si está muerta; y en este caso se agrava cuando el imputado ha sido un ex Presidente de la República, líder político y precursor de un modelo de gestión administrativa eficiente. En “Con mi corazón en Yambo” se ataca abiertamente a León Febres Cordero acusándolo de cargos sobre el caso Restrepo de los cuales fue sobreseído por la justicia ecuatoriana. No es que esté defendiendo al ex mandatario, estoy defendiendo el derecho que tiene toda persona en defender su honor, estoy defendiendo el derecho que tiene toda familia a que se respete la memoria de su fallecido. En este caso en particular la historia juzgará los aciertos y errores del ex jefe de estado y uno de los principales líderes que ha tenido el país y la cuidad de Guayaquil, y aunque la historia falle, aun así nos queda la justicia divina, pero precisamente que sean ellos y no nosotros los que juzguemos.
5.       Me pregunto ¿Será que también los padres de los hermanos Restrepo se sentirán  culpables? Lo pregunto por lo siguiente ¿Está bien que los padres se vayan varios días de viaje dejando a 3 menores en casa solos? ¿Está bien que un padre le deje la licencia y las llaves del carro a su hijo mejor de edad? ¿No hubiese sido mejor llevarlos consigo? ¿No hubiese sido mejor dejarlos  cargo de una persona mayor? ¿Qué dicen las leyes del país acerca de la responsabilidad de los padres hacia sus hijos? ¿Qué dicen las leyes de la conciencia sobre el descuido como padres?
Sin duda alguna el caso Restrepo es mucho más que desaparición o muerte, es una historia que nos invita a reflexionar en temas como nuestra responsabilidad como padres, las consecuencias  de una decisión política, el modelo de un plan de acción, el derecho a respetar el honor de las personas, el derecho a vivir en una sociedad donde exista un código de justicia que proteja a los ciudadanos, el respetar a nuestras instituciones puesto que ellas en conjunto son la imagen de nuestro país, el informar con responsabilidad y objetividad, pero sobre todo nos invita a que dejemos los intereses políticos.
Familia Restrepo, respetando su dolor y expresándoles mi mas sincero pesar por esta dura prueba que han tenido que pasar, quiero decirles que no dejen su corazón en Yambo, de pronto sus hijos nunca estuvieron allí,  quizás estén vivos, quizás no, pero en todo caso que su corazón esté con ellos en donde quiera que estén, así como ellos están presente en sus pensamientos.

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